A medida que el usuario accede a la casa, el espacio
pasa de ser comprimido como el estar en un callejón, a expandirse vertical y
horizontalmente, este pasillo da fondo a un remate visual de un jardín que
convive fluidamente con la cocina y comedor. En el corazón de la casa, que es
la zona social, se encuentra una gran cualidad perceptual Un árbol esbelto
rodeado por un espejo de agua y una luz difusa que entra desde el cielo de esta,
así iluminando la gran doble altura de la sala y dándonos una atmosfera muy
serena y bella, que no necesita adornos o texturas para hablar.
Para llegar a planta alta, se genera un recorrido que
nos hace pasar por un pasillo estrecho, de nuevo recordando a un callejón, para
al final girar y encontrar la escalera en cantiléver acompañada por la cualidad
asignada.
La Recamara principal que se encuentra al frente del terreno
orientado a sur oriente, cuenta con un gran ventanal de muro a muro, donde se
genera un vacío, tiene una pantalla en la que se envuelve a si misma y se
genera una intimidad y una atmosfera que te desconecta del caotico mundo
exterior.